Esta casa de locos no tiene capitán ni orquesta que quiera seguir tocando mientras el barco se hunde. Se presentan seis o siete, ya he perdido la cuenta, para tratar de gobernar lo ingobernable mientrasSigue leyendo…
Esta casa de locos no tiene capitán ni orquesta que quiera seguir tocando mientras el barco se hunde. Se presentan seis o siete, ya he perdido la cuenta, para tratar de gobernar lo ingobernable mientrasSigue leyendo…